Argentina es uno de los principales países exportadores de lana del mundo. Sin embargo, resulta difícil adquirir lana pura hilada en los centros urbanos de este país. Paralelamente, los artesanos que hilan la lana pura, tienen pocas posibilidades de venderla debido, principalmente, a que residen en el medio rural, es decir, lejos de los mayores centros de consumo.
Esa producción de lana pura hilada artesanalmente en las zonas rurales -que cuenta con escasas posibilidades de venta- y la demanda de ese producto en los centros urbanos, ha favorecido una particular situación: algunos comerciantes viajan a las zonas rurales y, ante la escasez de otros compradores y la necesidad de los artesanos, adquieren esos hilados a valores irrisorios y luego los revenden en los centros urbanos a precios que duplican, triplican y hasta cuadruplican el precio pagado a los artesanos.
Ante esta situación surge El Retorno.
Ante esta situación surge El Retorno.
El Retorno es un emprendimiento de los propios artesanos, que tiene como principal objetivo el comercio justo, vinculando directamente a los productores y a los consumidores, con el fin último de beneficiar a ambas partes:
A los productores: aumentando sus posibilidades de venta y garantizándoles un buen precio.
A los compradores: aumentando sus posibilidades de compra, garantizándoles un producto de excelente calidad a un buen precio.
Los artesanos de El Retorno residen principalmente en las zonas rurales de la Patagonia argentina. Paulatinamente, se han sumado al emprendimiento algunos artesanos del norte de este país, lo cual ha permitido incorporar materias primas de esas zonas, como el pelo de llama y de alpaca.